Mi hija nació con microcefalia y retraso psicomotor. Al principio no caminaba, no hablaba ni gateaba. Con el tiempo, creo que el Señor ha hecho muchos milagros en ella. Desde los 8 meses usaba un parche ocular, y a los 2 años comenzó a usar gafas. Hasta el pasado viernes nos estábamos preparando para un nuevo tratamiento para cambiarle la fórmula. Pero ahora, ¡sus ojos están completamente alineados y ya no es necesario ningún tratamiento adicional!