HYEOK PARK

Por la gracia especial de Dios, Hyeok Park ha sido, desde su niñez, una inspiración y un ejemplo para otros. Su vida ha estado llena de testimonios, demostrando que es un hombre de Dios que no solo predica con palabras, sino también con su propia vida. Desde el momento en que se encontró con el Señor, ha servido fielmente en humildad durante toda su vida, trabajando tras bastidores: invisible para los hombres, pero plenamente conocido delante del Señor. Fue en esos lugares ocultos de servicio donde encontró el gozo más profundo.
Sin embargo, un día, mientras dirigía su negocio, escuchó audiblemente la voz del Señor ordenándole dejarlo todo e ir a las naciones. En su honesta confesión, no deseaba hacerlo, pues no tenía ningún interés en convertirse en predicador. Su único anhelo era servir en silencio tras bastidores, apoyando a misioneros y a las personas sin estar en el centro de atención. No obstante, en obediencia al Señor, lo entregó todo y respondió al llamado.
Desde entonces, ha viajado a numerosas naciones, impactando incontables almas y transformando vidas. Dondequiera que va, señales inusuales, prodigios y milagros le siguen, asombrando a quienes los presencian.



Un Vaso De Revelación Fresca y Autoridad Profética
El Señor ha estado usando poderosamente a Hyeok Park, hablando a través de él con palabras frescas y profundas revelaciones. Cuando visita una nación, las palabras proféticas fluyen sin esfuerzo, no de un estudio o preparación humana, sino del Espíritu de Dios. Sus mensajes, llenos de discernimiento divino, han impactado a multitudes alrededor del mundo.
Además, el Señor le ha confiado una voz profética para las naciones, declarando Su voluntad divina y despertando corazones. A través de esta voz profética, Dios ha hablado a individuos, iglesias, ciudades y naciones enteras, usándolo como un vaso único para revelar Su propósito.
Al mismo tiempo, el Señor también lo ha usado para liberar profecías a las naciones, entregando revelaciones específicas con exactitud y autoridad divinas, guiando a personas, iglesias y naciones.
Un Corazón Humilde y Una Vida De Obediencia
A pesar del poderoso ministerio que lleva, Hyeok Park permanece humilde, enfatizando que su vida no ha cambiado desde su primer encuentro con el Señor a los cinco años de edad. Constantemente les recuerda a los demás:
El ministerio no es un evento, una expansión, ni el establecimiento de algo. Si de verdad te has convertido, el ministerio comienza en el momento de la conversión. Porque tu propio corazón es el ministerio ante el Señor. El ministerio es tu corazón ministrando al Señor en tu vida diaria.
-Hyeok Park
Él resalta dos aspectos esenciales de la vida cristiana:
- Un corazón puro
- Una vida que demuestre obediencia
Él no es solo un predicador: es un ejemplo vivo de lo que predica.
Una Vida Marcada Por La Fructificación
Como dice Mateo 7:20: “Por sus frutos los conoceréis.” Las huellas del ministerio de Hyeok Park llevan frutos incontables: no solo a través de señales, prodigios y milagros asombrosos, sino, más importante aún, por medio de las innumerables almas que han rendido sus vidas a Jesús.
A través de su ministerio, ha habido:
- Incontables salvaciones y profundo arrepentimiento, llevando a las personas a alinearse con Cristo.
- Un gran avivamiento, despertando corazones al primer amor por Jesús.
- Palabras proféticas y profecías que sacuden poderosamente a las naciones.
Un Testimonio Al Dios Vivo
A través de la autoridad y la unción únicas sobre su vida, Hyeok Park se presenta como un testimonio vivo al mundo de que Dios está vivo, Dios aún se mueve y Dios aún habla hoy.
Su vida sigue demostrando que el Señor está obrando activamente en esta generación, despertando corazones y naciones para Su gloria.


