Después de diez largos años de diálisis y dolor diario, un hombre en Tokio fue sanado instantáneamente cuando el Hermano Hyeok oró por él. Libre del sufrimiento, ahora camina en gozo, declarando que Jesús está vivo y aún sana hoy.

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¿Cómo te enteraste por primera vez de la cruzada y de Brother Hyeok?
Vi a Brother Hyeok por primera vez y me pareció alguien muy poderoso. Yo había estado sufriendo por años y pensé: “Tal vez esta enfermedad pueda ser sanada.” Por eso decidí ir a la cruzada.

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¿Puedes contarnos sobre tu condición de salud antes de asistir a la cruzada?
Había estado en diálisis por unos diez años. El tratamiento implicaba agujas y un proceso completo de filtración de la sangre. Todas las mañanas me despertaba con dolor que se irradiaba desde la cadera, lo que hacía muy difícil moverme. Era una lucha constante.

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¿Qué sucedió cuando recibiste oración?
Cuando Brother Hyeok oró por mí y puso sus manos sobre mí, sentí algo poderoso. En ese momento, ¡mi espalda fue completamente sanada! El dolor que había estado conmigo por tantos años desapareció al instante.

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¿Cómo ha cambiado tu vida desde que recibiste sanidad?
Ahora puedo moverme libremente, sin dolor. Es algo que nunca imaginé posible después de tantos años de sufrimiento. Estoy lleno de felicidad y gratitud.

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¿Qué le dirías a aquellos que están luchando con alguna enfermedad?
Nunca conocerás verdaderamente a Jesús solo a través de la teoría o la historia. Él es el Dios vivo, el Rey glorioso que no puede ser limitado por la comprensión humana. Les animo a creer, porque Él es real y aún sana hoy.

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