Un espíritu oculto de suicidio fue descubierto durante un servicio de milagros, cuando Dios trajo liberación y libertad. Mira cómo el poder de Jesús rompe la depresión, restaura la esperanza y transforma no solo a una mujer, sino a toda una familia.

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Hola, mucho gusto. ¿Cuál es tu nombre?
Mi nombre es Claudia.

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¿Puedes contarnos por qué viniste hoy a este servicio de milagros?
Honestamente, algo me decía que no viniera. Pero durante las últimas dos semanas me he sentido muy atormentada. Tengo dos hijos, y quiero hablarte de mi hijo Santiago. Él tiene 21 años y vive en Canadá.

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Dios lo ha bendecido con muchas cosas: un gran trabajo, excelentes calificaciones, incluso su propia casa. Pero últimamente ha estado luchando con una depresión profunda. Hace unos 15 días me dijo: “Mamá, de repente me siento muy triste.”

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Aun teniendo todo, se siente vacío. Incluso me dijo: “Mamá, sé que soy creación de Dios, pero ya no creo más.” Escuchar eso me rompió el corazón como madre.

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Cuando llegaste al servicio y comenzó la oración, ¿qué sentiste?
Lloré muchísimo. Sentía una tristeza muy pesada por mi hijo. Le escribí un mensaje, pero no respondió, lo cual me hizo llorar aún más. Y cuando el pastor oró por mí, sentí como si Dios mismo estuviera extendiendo su mano y levantando esa carga.

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Después de que el pastor oró por ti, ¿te sientes libre?
¡Sí! Ahora siento mucha libertad. Un desahogo increíble en mi corazón.

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